El comprador de hoy está buscando experiencias y el reto para el marketing y la publicidad está en conocer cómo percibe las emociones su cliente potencial. Para eso existe una de las grandes tendencias: el neuromarketing, que si bien no es nueva, la constante segmentación del público, obliga a mercadólogos y publicistas a conocer el sentir de sus consumidores para activar la persuasión.
Pero para comprenderlo es necesario conocer el proceso en el que un comprador asimila la publicidad desde que tiene un primer contacto con ella, hasta que concreta la compra. Para ello, Jaime Romano, CEO de Neuromarketing, diseñó la Neuropirámide Romano, que, a través de la medición de la actividad cerebral, pretende interpretarle a las marcas qué piensa y qué siente el consumidor durante cada una de las secuencias de dicho proceso.
El experto comparte las 7 fases obligadas para hacer una campaña de neuromarketing que parte de la base de que si 90% de las decisiones de compra está motivado por el lado inconsciente de las personas, entonces un mensaje adecuado, te permitirá desarrollar una estrategia para convencer a tu target, concretar la compra y construir lealtad:
1. Atención
Cada consumidor recibe miles de estímulos en cada momento y su consciente sólo atiende aquellos capaces de atraparlo. Por lo que se debe tener la creatividad necesaria para captar su atención ante el nivel de activación del cerebro que se abre dispuesto a recibir información del exterior.
2. Estímulos sensoriales
El siguiente paso es decidir por cuál de sus sentidos -capaces de distinguir tu estímulo- captarás su atención: visuales, auditivos, gustativos, olfativos o táctiles, En esta parte de la pirámide, los objetivos de tu mensaje deben ser claros según cada uno de sus objetivos.
3. Parte emocional
Cada estímulo percibido es capaz de despertar una emoción. Es justo aquí cuando tu publicidad debe estar dirigida al sistema límbico de tu usuario, es decir, a su parte emocional, ya que las emociones afectan el funcionamiento del cuerpo (temperatura, respiración, flujo sanguíneo, pulsaciones), y esto permite que las decisiones de compra que tome sean distintas, pues ahora estarán influenciadas por ti.
4. Parte racional
En este punto el usuario hace un análisis y síntesis de los estímulos y emociones previas, y es justo aquí donde la valoración de imágenes, sonidos y texturas puede influir de forma consciente en la toma de decisiones desde el primer contacto con la publicidad, hasta el punto de venta.
5. Freno regulador de la conducta
En este momento del proceso de pensamiento del ser humano, surge la conciencia, el “Pepe Grillo” personal de cada individuo. Aquí la mente de los consumidores empieza a organizar los puntos anteriores. Luego de monitorear la información recibida, la parte frontal del cerebro buscará guiar la conducta hacia un estado estable, de tal manera que las decisiones que tome la persona no afecten su estado estándar de placer.
6. Conducta verbal
Entonces la comunicación entra en juego. Este es el punto objetivo del proceso, el momento donde puedes disuadir a tu target y a su “Pepe Grillo” con el mensaje correcto. Pero también es el momento más delicado porque es justo aquí donde el proceso puede romperse y, por lo tanto, la compra no se consumará. Por ello es preciso que en tu mensaje utilices las palabras correctas para comunicar una idea o un sentimiento.
7. Motivador de compra
Ésta es la cúspide de la neuropirámide, pues si tu publicidad llegó hasta aquí es porque lograste conectar con los consumidores que sí comprarán tu mensaje. Según el experto, el reto de las empresas que lograron una publicidad exitosa con este método será conservar al cliente y hacer que vuelva y recomiende su marca, de tal manera que también se convierta en un motivador de compra.
El neuromarketing es una herramienta que, además puede ser utilizada en áreas de recursos humanos, imagen pública o hasta métodos de aprendizaje.
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Feliz día #Colombianos Exitosos.