Lo (bueno) que aprendí sobre felicidad laboral, después de investigar en +20 países.
- Juan Carlos Gutiérrez
- 21 abr
- 4 Min. de lectura

Inicié mi vida laboral en el mundo del Marketing. Conociendo de primera mano los beneficios, características y la cultura de grandes empresas de vehículos, entretenimiento, consumo masivo, entre muchas otras industrias.
Mi trabajo era hacer que las personas se enamoraran de las marcas y sus productos, creando campañas publicitarias. Después de varios años adentrándome en el core las empresas, descubrí algo que me dejó mudo:
Los productos con los que quería enamorar a los clientes, estaban hechos por personas que odiaban su trabajo.
Sentí que mi carrera en el marketing era una mentira y decidí darle un giro a mi vida. Pasé de hacer que las personas se enamoren de los productos y comencé a ayudar a las empresas a hacer que sus colaboradores se enamoren de su trabajo.
Decidí salir a investigar sobre felicidad laboral y terminé visitando más de 20 países, entrevistando a CEOs, VPs de Talento Humano, Líderes, colaboradores, influencers, entre muchos otras personas que aportaron muchísmo.
Teníamos tanta información, que decidimos condensarla en una serie documental llamada "Héroes", en la que ya estamos por lanzar la segunda temporada.
Lo que aprendi después de darle la vuelta al mundo investigando la salud mental, el bienestar y la felicidad en el trabajo, es incontable e invaluable, pero quiero dejarles mis 5 aprendizajes más relevantes:
1. La felicidad laboral es cultural
No somos felices en el trabajo por el snack gratis o por la mesa de ping-pong, somos felices en el trabajo porque la cultura está construida de tal forma, que se valoran las personas desde la dirección, hasta la operación.
Sin importar su rol, cada persona es valorada, respetada y apreciada, inclusive en detalles como el uso del tiempo. Así como se respeta el tiempo off-line, también se valora el tiempo en el trabajo: "No llego tarde la reunión", "no demoro el proceso", no tomo mas tiempo del necesario", etc.
Aprendí que las culturas que mejor trabajan, son las que aprendieron a valorar las personas y el tiempo que cada una invierte en la empresa.
2. Trabajador infeliz, familia infeliz
De los descubrimientos que más me impactaron, es que aquellos niños que se consideran bullies en sus colegios, en su mayoría vienen de padres quemados con cargas laborales pesadas y jefes tiranos.
La emociones que se generan en el trabajo, se transmiten a casa, a nuestra pareja, nuestros hijos, a los amigos del hogar, a los colegios y por ende, a la sociedad. La forma en la que trabajamos, determina la forma en la que construimos nuestra sociedad. El clima laboral también afecta la temperatura social.
Aprendí que, al construir un gran lugar para trabajar, también estamos construyendo una gran sociedad para vivir.
3. La calidad de nuestras relaciones, determina la calidad de nuestro trabajo.
El principal hallazgo del estudio de Harvard sobre el desarrollo adulto, es que la calidad de nuestras relaciones determina la calidad de nuestra vida.
Las personas con mejores relaciones son más sanas, tienen mejor respuesta cardiovascular, mejor sistema inmunológico y mayor tolerancia al dolor. En el entorno laboral, la calidad de las relaciones con líderes, colegas y con uno mismo impacta significativamente las emociones, la salud mental y la experiencia en el trabajo.
Aprendí que la relación con nuestro jefe, pesa más en la salud mental que la relación con nuestra pareja.
4. Las empresas dejaron de ser solo lugares de trabajo.
Las empresas son comunidades de experiencias de vida. No solo vamos a trabajar, vamos a aprender, a relacionarnos, a desarrollarnos, a colaborar, construir, soñar, alcanzar metas y mucho más.
Las empresas que se ven como una comunidad, también se preocupan por evaluar muy bien a quien dejan entrar y a quién ponen a liderar, para garantizar el bienestar del ecosistema. Esto incluye dejar ir a jefes que, aunque producen, logran las metas y suben los números, están quemando a los equipos, usando su salud mental como gasolina para los resultados.
Aprendí que las mejores culturas para trabajar, las personas son tanto o más importantes que los resultados que producen.
5. Aunque usted no lo crea, la felicidad genuina en el trabajo cuesta $0
Para comprender esto en profundidad le recomiendo ver el documental. Pero en esencia, usted no tiene que invertir sumas irracionales en estrategias sofisticadas para alegrarle el día a su gente.
Solo tiene que asegurarse que los lideres aprendan a humanizar su estilo de liderazgo, a inspirar los resultados de su equipo y a construir un micro-entorno en el que las personas se sientan psicológicamente seguras, acompañadas en sus retos y optimistas de sus resultados.
Bonus: El 98% cree que su trabajo debería aportar. su felicidad… pero solo el 48% lo vive así. ¿Qué está fallando?
Hace unos días, mis grandes amigos de Happyforce, en cabeza de Sergio Cancelo y Alex Ríos, presentaron el III Estudio Mundial sobre la Felicidad en el Trabajo, realizado en colaboración con la Fundación Mundial de la Felicidad (España) y la Universidad de Málaga.
Este es un trabajo extenso y excelso que nos muestra cifras actuales del panorama que vivimos las empresas a la hora de construir bienestar. felicidad y calidad de vida en el trabajo
Pueden conocer todo el estudio en este enlace.
Y la investigación continúa...
Con 💜 Juan.
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